Mi mamá me enseñó que uno no va a la casa de nadie sin avisar y que uno no entra en una puerta cerrada sin tocar y sin esperar que le abran o que le den permiso de entrar, pero parece que en Nueva Zelanda ninguna mamá le enseñó eso a ningún hijo porque desde que estamos aquí la gente entra y sale como pedro (pancho en la versión argentina) por su casa. Tenemos un problema y es que como aquí en Wanaka no pasa nada de nada pues simplemente las puertas no tienen cerradura. Cuando nos pasamos para nuestra mini casa nos dieron la bienvenida y nos dijeron que la casa no tiene llave, ósea, directamente no tiene cerradura, no tiene el huequito donde uno mete la llave.
Pusimos un cartel en la puerta porque estábamos cansados de cualquiera entrara así no mas, sin pensar que somos una pareja, que somos jóvenes, que podemos estar desnudos, que la casa puede oler a loco o que simplemente no queremos visitas…
Aquí está el cartel.
“por favor toque la puerta, gente en pelota(s) adentro”.
-pilla-
ljajaja
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jajajaja me causo conflicto eso de las casas sin cerraduras!! Pero que buena e ingeniosa manera de arreglar el problemita 😛
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Me mata que ni le hagan el agujerito para la cerradura a la puerta!!! estos kiwis se zarpan!!!!!
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jajaj una manera muy ingeniosa para evitar inconvenientes…
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Tal cual jaaaaa
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Yo tengo planchas con eso así que ahora SIEMPRE golpeo la puerta antes de entrar. Por si acaso. Jajaja.
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clarooo!!!! uno nunca sabe que se va a encontrar adentro!
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LOL… Me choca mucho que la casa no tenga ni llave ni cerradura… ¿Todas las casas de allí son así?
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pues… no, las casas grandes tienen cerradura, pero todo el mundo deja la puerta abierta
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