Finalmente llegamos a Sydney, y nos sorprendió la belleza del lugar, pero sobre todo la amabilidad de la gente. Todo el tiempo nos pararon para preguntarnos si necesitábamos ayuda al vernos con nuestros mapas. Nos tomamos el tren desde el aeropuerto hasta el centro, haciendo combinaciones. Y llegamos al hostel. No logramos conseguir nadie por couchsurfing. Nuestro plan es presentar todos los papeles lo más rápido posible y ya dejar Sydney. La idea es sacar un pase de 14 días y viajar en tren por las noches, buscando alojamientos baratos ó couchsurfing. El destino todavía no lo decidimos, pero hay un dicho que dice “cualquier bondi los deja bien”… así que en este caso, sólo le cambiamos el medio de transporte a la frase.
Así de caro y todo, Sydney nos sorprendió y es lo más lindo que vimos desde que llegamos a Oceanía. Cruzar por el Jardín Botánico y llegar al Opera House en el atardecer y ver toda la gente contenta escuchando música, disfrutando del atardecer y tomando cerveza al lado del mar, y al vernos dibujar nos pregunten de dónde somos, que aman nuestros países y que les gustaría visitar algún día, y que nos hablen de Messi, del café y de todo un poco… nos regaló una linda bienvenida. 🙂
